Módulo de investigación

Bienvenidos sean todos ustedes a esta nueva aventura que estamos iniciando, donde espero podamos compartir y construir conocimientos, experiencias, aprendizajes, momentos, textos y todo aquello que se nos cruce en el camino y que nos permita enriquecer esta experiencia de la investigación.

jueves, 23 de julio de 2009

EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA

EDUCACIÓN Y TECNOLOGÍA
UN CAMBIO EN LA EDUCACIÓN
EL NIÑO Y LA TECNOLOGÍA
Vivimos en una sociedad en constante cambio y desarrollo tecnológico; en muchas áreas como la ciencia y la tecnología el cambio y crecimiento no sólo ha sido constante sino también inmenso, sin embargo la escuela pareciera haberse quedado estancada en el Siglo XIX, a pesar de que ha sufrido cambios, éstos no han sido sustanciales ni acordes al momento actual.
Hoy en día nos encontramos todavía con docentes frente a grupo envueltos en el tradicionalismo, aquella escuela a la que Freire se refería como un banco, ya que se ve al sujeto como un recipiente al cual llenar, o bien una bóveda a la cual depositar, dichos docentes saben que el mundo está cambiando pero no saben cómo generar el cambio en el aula. De igual modo encontramos a aquellos con deseos de algo distinto, pero se encuentran con muchas dificultades para llevarlo a cabo.
Actualmente vivimos rodeados de medios tecnológicos que los niños no sólo conocen y manejan perfectamente, sino que existe un gran interés precisamente sobre éstos, motivo por el cual la escuela está perdiendo legitimidad, ya que el niño no le encuentra utilidad a los temas o información de clase.
Diversos docentes, padres de familia, adultos en general se expresan negativamente de los videojuegos, o bien tecnología cercana al niño, sin embargo no nos damos cuenta de las grandes potencialidades de las que podemos sacar provecho.
“Los videojuegos requieren el dominio de información y técnicas muy complejas, el control de información implica un mayor grado de dificultad”[1]
Los videojuegos, computadoras, Internet, forman parte del contexto cotidiano del sujeto, si nos negamos a ello seguiremos reforzando la idea de que la escuela es aburrida, lenta y obsoleta.
“La escuela aparece como un lugar donde uno se aburre, donde reina una disciplina penosa y difícil de soportar, donde no se toleran ni debilidades ni fantasías. Por el contrario, la frecuentación de los medios masivos se considera agradable, divertida y, al cabo, un reposo”.[2]
Hablar de temas o información vistos en clase resulta aburrido y anticuado para los jóvenes ya que no forman parte de su vida cotidiana, por lo tanto resulta no sólo inútil para ellos, sino fuera de su interés. Es a partir de éste y de las necesidades del sujeto de donde se debe partir para elaborar las estrategias y la planeación curricular para generar un cambio que nos conduzca a una educación acorde a nuestra actualidad y sobre todo al desarrollo de aprendizajes significativos y por ende a formar sujetos críticos y reflexivos que no sólo lean las letras sino profundicen en ellas para leer el mundo, con todo lo que ello implica, leer imágenes, sonidos, culturas, tradiciones, etc.
Somos seres humanos en constante formación, todo el tiempo estamos aprendiendo, inconsciente o conscientemente, es por eso que resulta necesario que el currículo y las estrategias para desarrollarlo estén acorde con el contexto cultural y social del niño, no sólo para que el aprendizaje sea efectivo y real, sino también para que sea significativo.
Papert[3] menciona en su libro “La máquina de los niños” que durante varias ocasiones a lo largo de la historia se ha pretendido hacer un cambio; desde Dewey (PAPERT, S. 1995) quien consideró que el aprendizaje debe ser más activo y autónomo, Freire (PAPERT, S. 1995) quien decía que no sólo se trata de leer las letras, sino de leer el mundo, sin embargo ¿por qué nunca han arraigado los intentos anteriores de llevarlo a cabo?
Si no se toman en cuenta las nuevas oportunidades que se están creando a través del desarrollo tecnológico, si no se abren espacios de reflexión y crítica en las aulas y si no se toman en cuenta las necesidades actuales y reales de la sociedad el cambio no se generará.
La educación va más allá de enseñar a leer y escribir, la educación implica ser una persona reflexiva, crítica, capaz de leer el mundo y todo lo que éste representa en cada individuo.
El maestro no es el centro del saber, es el guía, el asesor, el compañero en el proceso enseñanza – aprendizaje, aquel que busca la motivación y el interés no por el conocimiento, sino por el aprendizaje. El alumno aprende de lo que le interesa, de lo que conoce, de su curiosidad, de lo que ve, de lo que vive, entonces ¿por qué no partir de esta base para el desarrollo de un ambiente favorable de aprendizaje?
Dicho ambiente puede crearse a través de la tecnología, pues ésta ya no es nueva para el niño, sino que forma parte de su vida cotidiana, es aquella donde el niño encuentra no sólo interés, sino curiosidad, motivación para saber y conocer más allá de lo que se imagina, la educación requiere cambiar porque la sociedad y el mundo en el que nos desenvolvemos lo exige.
A pesar de lo dicho anteriormente, es importante destacar que la tecnología no es la solución a todos los problemas relacionados con la educación, también lo es la actitud frente a ésta, ya que seguimos negando sus potencialidades y exaltando sus limitaciones, en muchos de los casos porque la educación formal (escolarizada) teme que en algún momento no se requiera la presencia de un maestro que guíe el aprendizaje y por esta razón muchos se niegan a la idea de apoyarse en ella, pero no tomamos en cuenta que la tecnología es un instrumento, un apoyo más no lo es todo. Si bien es importante reconocer que es necesario leer el mundo con todos los sentidos, también lo es socializar el conocimiento y apoyarnos no sólo de otros medios sino también de otros individuos, ya que el conocimiento se construye a través de la socialización del mismo.
La educación y la tecnología son conceptos que no podemos separar simplemente porque ambos forman al sujeto y son parte de la vida cotidiana en la que nos desenvolvemos, así como porque son elementos en constante cambio y desarrollo, debemos cambiar la forma de educar y contar con las herramientas e instrumentos necesarios que nos permitan guiar el aprendizaje a un aprendizaje significativo.
[1] PAPERT, S. (1995). La máquina de los niños. Replantearse la educación en la era de los ordenadores. CAPITULO 1. Barcelona Paidós. pp. 3

[2] PORCHER, Louis. La escuela paralela. Buenos Aires, 1976.Editorial Kapelusz. Pág. 85
[3] PAPERT, S. (1995). La máquina de los niños. Replantearse la educación en la era de los ordenadores. CAPITULO 1. Barcelona Paidós. pp. 4

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