FORMACIÓN DE LOS DOCENTES EN EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS PAR LA TRANSFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN BÁSICA.
El mundo globalizado produce que vivamos en una sociedad en constante cambio, en donde el flujo de la información es constante y permanente, por lo cual se requiere de una educación que permita el desarrollo de competencias y habilidades, necesarias para obtener un flujo de información clara, precisa y lo más importante actualizada y con esto obtener un desarrollo integral en el mundo actual, por ello el proceso educativo no puede quedarse a la zaga de esta vanguardia en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación.
El docente es el mediador entre el educando y el medio, por lo tanto la postura que este tenga y transmita a los educandos resulta fundamental para el desarrollo y proceso de culturización de estos, por lo que el docente está obligado a mantenerse actualizado y contextualizado acerca de los cambios no sólo de la sociedad sino que también de las mentalidades e intereses de los sujetos pues al vivir en una sociedad del conocimiento y la información, resulta indispensable que el docente se encuentre a la vanguardia y conozca el uso de las herramientas que le permitan coexistir con generaciones para las cuales la tecnología es parte cotidiana en sus vidas, por lo que se ve en la necesidad de conocer y potencializar dichas herramientas para mejorar el proceso educativo lo cual no es posible si el docente no recibe la formación adecuada que le permita cumplir con dichos objetivos.
El proceso de globalización no se identifica solamente con la necesidad de ocupación espacial, sino la ocupación opera en los planos económico, sociológico y educativo. El espacio latinoamericano ha sido objeto de ocupación en todos los planos de manera permanente; esta ocupación ha operado como totalidad y como regiones geo-económicas, sociales y educativas.
El plano al que nos referiremos en el transcurso de este ensayo será únicamente el educativo. El espacio educativo está vinculado al proceso de reproducción y es responsable de producir estructuras espaciales que permitan el despliegue de un saber escolar que desde el plano formativo responde a una matriz de vida. La idea de ocupación espacial está relacionada al propósito de reproducción de una sociedad, y por esto, en el plano educativo, no es lo mismo el saber social que el saber escolar. Este último es herramienta del proceso de legitimación de una determinada cultura y el saber social es la representación de un espacio con todas sus contradicciones; puede ser espacio de luchas contra la alineación político-cultural. Un aspecto clave para entender este proceso está en la concepción de formación, para Larrosa (2000:12): «La idea tradicional de formación tiene dos caras. Formar significa,
por un lado, dar forma y desarrollar un conjunto de disposiciones preexistentes. Por otro, llevar al hombre hacia la con-formidad con un modelo ideal de lo que es «ser humano» que ha sido fijado y asegurado de antemano.
La educación es, finalmente, una herramienta que permite al individua integrarse a una determinada sociedad, por lo que se requiere, dentro del proceso educativo, cumplir con las normas y valores que plantea la misma, tomando en cuenta que deben formarse sujetos integrales, autónomos, críticos y reflexivos.
En este proceso el docente juega un papel sumamente importante, pues es él el responsable de guiar al sujeto en el proceso de culturización y adquisición de habilidades que le permitan desarrollarse en el mundo social, para lo que se requiere que esté preparado y desarrolle competencias que le permitan ejercer dicha guía con satisfacción y eficacia.
Sin embargo, actualmente la formación que recibe el docente es basada prácticamente en desarrollar estrategias que le permitan la transmisión de información, es decir, seguimos estancados en una educación tradicional, aquella donde el educando es un recipiente a llenar y el docente es un sabelotodo encargado de depositar, o bien, llenar dicho recipiente. Es por esto, que la educación actual se encuentra completamente desfasada de nuestra realidad y necesidades actuales, pues por un lado (el de la escuela) nos llenan de información y por el otro (el mundo, la televisión, Internet, radio, prensa, etc.) nos llenan de imágenes, información en constante cambio, etc.
FORMACIÓN DOCENTE ACTUAL
De acuerdo con Marquès Graells, (2000) hoy en día el papel de los formadores no es tanto "enseñar" unos conocimientos que tendrán una vigencia limitada y estarán siempre accesibles, como ayudar a los estudiantes a "aprender a aprender" de manera autónoma en esta cultura del cambio y promover su desarrollo cognitivo y personal mediante actividades críticas y aplicativas que, aprovechando la inmensa información disponible y las potentes herramientas TIC, tengan en cuenta sus características (formación centrada en el alumno) y les exijan un procesamiento activo e interdisciplinario de la información para que construyan su propio conocimiento y no se limiten a realizar una simple recepción pasiva-memorización de la información.
Los docentes deben aprovechar los múltiples recursos disponibles para optimizar y personalizar su labor, así como trabajar en colaboración con otros colegas manteniendo una actitud investigadora en las aulas, compartiendo recursos, observando y reflexionando sobre la propia acción didáctica y buscando progresivamente mejoras en las actuaciones acordes con las circunstancias.
El docente es más un mediador de los aprendizajes de los estudiantes, cuyos rasgos fundamentales son (Tebar, 2003):
- Es un experto que domina los contenidos, planifica (pero es flexible)...
- Establece metas: perseverancia, hábitos de estudio, autoestima, metacognición...; siendo su principal objetivo que el mediado construya habilidades para lograr su plena autonomía.
- Regula los aprendizajes, favorece y evalúa los progresos; su tarea principal es organizar el contexto en el que se ha de desarrollar el sujeto, facilitando su interacción con los materiales y el trabajo colaborativo.
- Fomenta el logro de aprendizajes significativos, transferibles...
- Fomenta la búsqueda de la novedad: curiosidad intelectual, originalidad. pensamiento convergente..
- Potencia el sentimiento de capacidad: autoimagen, interés por alcanzar nuevas metas...
- Enseña qué hacer, cómo, cuándo y por qué, ayuda a controlar la impulsividad
- Comparte las experiencias de aprendizaje con los alumnos: discusión reflexiva, fomento de la empatía del grupo...
- Atiende las diferencias individuales
- Desarrolla en los alumnos actitudes positivas: valores...
Para lograr lo anterior se requiere de la capacitación constante, actual y permanente de los docentes que les permita desarrollar las habilidades, actitudes, competencias necesarias para lograr su objetivo, ser un mediador entre el sujeto y el mundo actual, sin embargo, si carecemos de dicha formación permanente, seguiremos estancados en una educación obsoleta, tradicional y completamente descontextualizada, lo que nos lleva a la deserción escolar, bajo rendimiento académico, desmotivación y poco interés para estudiar, entre muchos otros problemas a los que nos enfrentamos diariamente.
EL PAPEL DE LOS DOCENTES EN EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS
De acuerdo con cifras del la Secretaría de Educación Pública (2007) el 66% de las escuelas existentes cuenta con al menos una computadora, el 28.4% cuenta con conexión a Internet, de las escuelas que cuentan con computadora, el promedio es de 8 por escuela, de las cuales 3 tienen conexión a Internet. De igual forma, el 17.1% cuenta con videoteca y el 5.3% cuenta con Red Edusat.
Tales cifras indican que las nuevas tecnologías ya son parte constante de las aulas, sin embargo aún no son utilizadas eficazmente, pues el mayor problema de la integración de las nuevas tecnologías a las aulas, es pensar que las mismas por sí solas resolverán todos los problemas educativos o de clase, de manera más particular, sin pensar que se requiere de una capacitación y formación que permita no sólo entender dichas tecnologías, sino también descubrir su diversidad de usos y aplicaciones que puede tener dentro del proceso educativo. Ya que, se requiere de un uso potencial pedagógico de dichas tecnologías, con estrategias y metodologías didácticas innovadoras que permitan mejorar los procesos de aprendizaje en el aula.
Para lo cual se requiere que el docente obtenga una formación adecuada que le permita entender que lo importante no es la tecnología por sí misma sino lo que los mismos docentes pueden hacer con ella, es importante destacar que la tecnología adquiere el valor y el uso que cada uno de nosotros le damos, por lo que es indispensable plantearse objetivos concretos para el uso de las mismas en el aula.
De acuerdo con Gómez Flores la formación y perfeccionamiento del profesorado debe tener algunas características.
• Uso crítico de las nuevas tecnologías
• Desarrollar motivación en el usuario
• Aprendizaje de situaciones reales
• Diseño de modelos de experimentación
• Realización de propuestas didácticas
• Incremento de métodos interdisciplinares
Aunque bien es cierto que lo anterior no es lo único, es importante tomar en cuenta alguna guía que nos permita adaptarla a las necesidades y objetivos de cada docente.
Un docente con dicha formación permanente, actualizada y constante será un docente que aporte ideas creativas que le permitan desarrollar en el sujeto habilidades y competencias indispensables en el mundo actual, tales como: búsqueda constante de información, adaptación, creatividad, tolerancia, investigación, crítica, reflexión, análisis, autonomía, entre otras.
El mundo actual requiere sujetos con dichas características, las cuales sólo pueden ser desarrolladas durante el proceso educativo, el cual, a su vez, depende de tres factores indispensables: el medio, el educando y el docente. Éste ejerciendo un papel de mediador entre los dos primeros.
Es decir un docente comprometido, capacitado, creativo, innovador e investigador, así como en la búsqueda constante de formación, estará contribuyendo a la transformación de la educación, indispensable para el progreso y la formación permanente de cualquier sujeto.
LISTADO FINAL DE REFERENCIAS
Gómez, S. (2003). El profesor ante las nuevas tecnologías de información y comunicación, NTIC. Recuperado el 28 de octubre de 2009 de
http://contexto-educativo.com.ar/2003/4/nota-05.htm
SEP (2007). Sistema Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, principales cifras, ciclo escolar 2007-2008. Recuperado el 11 de octubre de 2009 de
http://www.dgpp.sep.gob.mx/Estadi/Principales_cifras_2007_2008.pdf
Adell, J . (2007)Tendencias en educación en la sociedad de las tecnologías de la información. Edutec Revista electrónica de tecnología educativa, 7, Consultado el 16 de septiembre de 2009 en:
http://www.uib.es/depart/gte/revelec7.html
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa. Recuperado el 24 de septiembre de 2009 de http://virtuami.izt.uam.mx/pdf
Bustamante, A. (2006).Revista Iberoamericada de Educación. Educación, compromiso social y formación docente. Recuperado el 24 de septiembre de 2009 de http://www.rieoei.org/opinion16.htm
domingo, 8 de noviembre de 2009
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